Keep on running on the free world...

lunes, julio 24, 2006

Otra vuelta?

Veo mi reloj 1:33:25... Terrible!!! Quince segundos más que en Cobán... Solo que para esta carrera ya traía incluída más preparación. Ah y por cierto se corría en plano. Es cierto, fue justo después del Mundial y este se ha encargado de limitar mis horas de entreno. Vago que es uno. Pensandolo bien, no importa.
Antigua Guatemala es un lugar lindo para visitar; no lo es tanto para correr. Una vez que la carrera sale de la ciudad colonial, las cosas cambian. Paso a un lado del Pensativo (el estadio) y recuerdo aquella mañana deportiva, cuando luego de haber completado el medio maratón Max Tott nos fuimos rapidísimo desde Guate a ver a Municipal jugar contra la Antigua. Sigo corriendo y llego a San Felipe, sin darme cuenta estoy en Jocotenango y en un instante estoy ya en la Alameda Santa Lucía, otra vez el camino de piedras destrozandome los tobillos.
Ahora sí, a disfrutar la carrera. Van recorridos unos 8 kilómetros y vamos rumbo a Ciudad Vieja. Es algo tan lindo pasar corriendo entre cafetales y tener como postal de fondo los volcanes de Fuego y Acatenango. Llegué a Ciudad Vieja y no lo noté, ahora estoy en San Miguel Dueñas corriendo por las faldas del volcán de Agua con una frescura deliciosa. Epa! ya van 18 kilómetros, ya están tomando las fotos! A rematar pues! Es cierto que el recorrido es lindo, pero también uno tiene vergüenza y quiere hacer el mejor tiempo posible. Dale campeón!
Otra vez entro en Antigua, el camino de piedras. Paso por el Pensativo (el río) y me trae recuerdos de una conversación graciosa. Joder con las piedras! Me destrozan los tobillos! He llegado a la meta y paro mi reloj. Una carrera sin sabor. Antigua es un lugar lindo para correr pero ya hace tiempo que no me enamora su gente. No encuentro la mística de Cobán, no siento la historia de New York, no percibo el coraje de Huehue, es el paisaje el que me hace volver. Son esas calles que te destrozan los tobillos, es ese tramo sobre terracería, es el pasar por tantos monumentos, es la humedad y el calor de julio lo que hace esta carrera diferente. Termino 21Kms y no siento nada, no siento emoción, no siento satisfacción. Damos otra vuelta? mmm... todavía no, hace falta un poco de preparación...
Este post no fue tan artístico como el otro. En ese hay un montón de frases robadas pero que integré para darle un toque especial a la historia. Es bueno saber que hay quién lee estas historias.

viernes, mayo 19, 2006

Nos vemos en Cobán

Qué fácil sería que esto fuera como el fútbol... El fútbolista al terminar el juego atribuye sus resultados al trabajo realiado durante la semana. Nosotros no. Nosotros los corredores de larga distancia, en una carrera estamos comprometidos con nosotros y todos los que nos han apoyado a dejar lo mejor de nosotros y demostrar el trabajo de meses... El domingo se corre el medio maratón internacional Cobán 2006 y voy con todo a buscar realizar una meta que se me viene negando desde hace dos años, osea que espero mejorar algo realizado hace tres años. El domingo podré decir que lo obtenido es producto del trabajo de dos meses y medio, o deberé decir que hay que seguir trabajando para mejorar en otros aspectos. Así que sin más que decir, nos vemos en Cobán!

martes, abril 25, 2006

Voy a dar una vuelta

Pues luego de haberme resentido las dos piernas durante la Semana Santa (gracias a mi eterno vicio) tuve mi entreno en la carretera que rodea el Lago de Amatitlán. Qué delicioso el clima y el ambiente que se respira en nuestro contaminado pero todavía hermoso lago.
Comenzamos como a eso de las siete menos cuarto el circuito preparado por los entrenadores, y poco a poco fui entrando en calor. También el día fue entrando en calor y conforme más pasaba el tiempo, más fuerte me abrazaba el sol. Menos mal que la hidratación no hizo falta en ningún momento del entreno.
Este entreno fue clave por dos razones: primero, supe que ya estaba preparado para distancias largas, luego de tanto descanso; segundo, me dí cuenta que con los entrenos en la pista he mejorado de gran manera mi estilo de correr.
No importó haber tenido que madrugar levantándome a las 5 AM un domingo, las recompensas se encuentran disfrutando del clima, del viento, del sonido (no el de las camionetas que pasan). En fín, disfrutando de la hidratación y de el enfriamiento, del calentamiento y del esfuerzo. Recordando aquellos momentos de cuando corrí mi primer maratón y sabiendo que gracias a Dios puedo decir que fue el primero y no el único.

domingo, abril 02, 2006

Dando pasos de gigante

Sí, puse el mismo título en mis dos blogs porque lo consideré adecuado para describir la forma en que me siento con respecto a dos cosas totalmente distintas. Cada día que pasa me siento más fuerte. Para mí es impresionante la forma en que he evolucionado en tan poco tiempo. El lunes y martes tuve problemas para entrenar y terminé dandome descanso, el miércoles en la ciclovía me sentía como un camión (algo lento, pero mejor si nadie se atraviesa). Jueves entreno ligero y viernes un poco más fuerte.
Viernes en la noche salgo con unos amigos a tomar unas cervezas. Estoy consciente de que tengo que manejar hasta mi casa y tengo entreno el sábado a las 6:30 por lo que me mido en mi bebida. También estoy consciente que el humo del lugar (¡detesto el cigarro!), las cervezas tomadas, el desvelo, y la mala alimentación van a tener un efecto negativo el sábado por la mañana y no me va a quedar otra más que hacerle ganas y fingir que me acosté a las 9PM.
Llego el sábado al entreno a las 6:35, ya empezó. Comienzo a ponerme al día y a hacer el trabajo durísimo de los multisaltos que nos pone a hacer Erick. Mucha gente se queja de este trabajo tan duro, pero creo que el entrenador tiene conocimientos y experiencia suficiciente como para darnos un correcto plan de entreno. Luego de 30 minutos de entreno de calentamiento y multisaltos, comienza mi parte favorita del entreno: el fondo. Cinco vueltas al circuito del Parque La Democracia.
No hay sueño, no hay deshidratación, no hay hambre, el aire del parque me hace olvidar el humo. Me siento en uno de mis mejores momentos. Voy corriendo junto al más veloz del grupo y hago lo posible por pegármele para ver cuánto tiempo aguanto su paso. Al finalizar la segunda vuelta, pasamos hidratándonos, es allí donde él se queda atrás. Según había visto su paso sentí que me dejaría muy atrás, pero soy yo quién está adelante por el momento, voy liderando en el entreno. Final de la tercera vuelta y hago otra para da en los "pits" para rehidratarme, Mario se acerca un poco, esta será mi última parada por hidratación. Estoy consciente de mis limitaciones, pero el espíritu de competencia me hace querer terminar primero en el entreno. Corro con decisión y comienza la batalla mental, hay momentos en los que quiero bajar revoluciones, pero también hay otros en los que la mente de dice: ¡seguí!, ¡vamos!, ¡con todo! Escucho los pasos del compañero de cerca pero sigo haciendo lo posible por mantenerme adelante, esto no es una carrera pero quiero demostrarme a mí mismo que soy capaz de mucho. Termino la cuarta vuelta y siento que durante la quinta me va a alcanzar y comienzo a resignarme. Una vez me reintroduzco en el bosque retomo la fuerza. Cuando queda menos de 1Km me digo a mí mismo: "a darle con todo y a terminar primero". Aprieto el paso y aunque siento que me alcanza, creo que ya no son las piernas, ni el corazón, ni los pulmones, los que van haciéndome correr. Es la mente la que me lleva a terminar el entreno como líder de la carrera.
Como ya lo dije antes, no era una carrera. Fue un entreno con gran exigencia y en el que me propuse dar todo lo mejor de mí. Para mí fue como un juego amistoso, para saber en qué condiciones y qué tanto puedo dar. Creo qué dí bastante. Me siento espectacular y todavía faltan 6 semanas para Cobán.

domingo, marzo 19, 2006

Estoy de regreso!!!

Gracias a Dios funcionaron los cuidados que me recomendó el entrenador. Aparte de esto, descanso el domingo, lunes y martes. Es feo estar con las ganas de entrenar no hacerlo. Aquí es donde también tenemos que usar la fuerza de voluntad, pero a la inversa. Aquella fuerza de voluntad que nos hace levantarnos a las 5 AM en algunos días entre semana, y a las 6 en fines de semana. Ahora esta fuerza de voluntad sirvió para decirme que me aguantara un par de días, que estaba mejorando pero era mejor esperar.
Llegó el miércoles, día del entreno dirigido. Salí tan a la carrera de mi casa que olvidé mi reloj. Ya en el entreno comencé a poner a prueba los camotes y principalmente la parte baja de la pierna que me había molestado tanto. No sentí nada de dolor. Luego del calentamiento vino el trabajo fuerte en la pista. Los últimos 1,200 mts fueron para comenzar a convencerme que estaba de regreso. Solo para comenzar a convencerme porque una cosa es la pista y otra el sube y baja de los entrenos duros.
El jueves corrí 41 minutos en un entreno personal, en un recorrido que antes hacía en 40 min pero últimamente lo había estado haciendo en 45. Una prueba más de mi evolución y ningún dolor. El viernes relajo las piernas y llega el sábado...
Un entreno espectacular en el Parque La Democracia. Un paisaje hermoso, un clima sabroso, una primera vuelta para calentar, y luego las otras tres vueltas para soltar las piernas y terminar el entreno en una hora y cuatro minutos. Esta vez el sube y baja, el plano, el viento y el sol se conjugaron para darme una sensación especial de bienestar y para recordarme que estoy de regreso, para dar un grito de desahogo al aire y gritarle a las lesiones : Aquí estoy!!!

martes, marzo 14, 2006

Vamos a dar una vuelta al cielo!

Pues ni modo, por el momento solo historias viejas. Tal vez mañana que me quite los hielos y las vendas, y vuelva a los entrenos tenga algo nuevo para contar. Por el momento, regreso al 2004 cuando en serio fui a dar una vuelta al cielo.
Corría el mes de agosto cuando fui por cuarta vez en mi vida al departamento de Huehuetenango, la segunda vez que iba en plan de corredor. Ya estaba inscrito para el maratón de New York, pero el Aascenso a los Cuchumantanes es una prueba especial que no puede faltar en la lista de un corredor. Había completado el ascenso en el 2002, y tenía propuesto hacer un mejor tiempo y disfrutar la carrera (en el 2002 subí con más vergüenza que con otra cosa).
Ese día me levanté un poco más temprano de lo que esperaba pues las ansias de correr la carrera de mayor exigencia (a mi criterio) me lo pidieron. Salí de mi habitación del hotel a dar una vuelta por el parque de Huehue. Todo estaba calmado y vacío, volví al hotel a ver el menú del desayuno (no acostumbro comer antes de una carrera) y regresé al cuarto. Me vestí y desperté a mi familia que debía subir en carro hasta el mirador. Nos quedamos con mi papá abajo y luego desayunamos frutas y panqueques. Por fin se acercó la hora de la carrera y comenzamos a calentar cerca del punto de salida.
Por fin! El disparo de salida! Comienzo a correr y poco antes de llegar a Chiantla comienzo a sentir malestar estomacal. No debí haberme comido esos panqueques! pienso, pero poco a poco el malestar va desapareciendo y los kilómetros también. Al llegar al kilómetro 10 las piernas no piden nada, el corazón ofrece todo y la mente solo tiene un objetivo: la meta. Poco a poco los competidores van quedando atrás, pero mi mente no está en ellos. Mi mente está adelante, en la meta.
El abastecimiento ayuda pero poco. Ayuda más la gente que te grita, te aplaude y te anima. La gente que nunca ha subido, pero está consciente que sus gritos te hacen fuerte. Poco a poco llego al punto donde me toman la foto para el diploma y es cuando pienso que no hay nada que pueda detenerme. Pongo mi mejor cara para la foto pero no es suficiente, la foto se queda en mis papeles pero mi imagen quedará en la gente que me vea. Pongo entonces mi mejor cara para la gente y hago mi mejor esfuerzo. Es un trabajo conjunto: yo doy lo mejor de mí pero creo recibir lo mejor de los que están a la orilla de la carretera (al lado del camino...), y juntos vamos subiendo hasta el mirador Juan Diéguez Olaverri.
Mientras subo no siento las piernas, siento que estoy volando a 2,800 metros de altura, a 1,000 metros de la meta. Las distancias se hacen cortas y pasan rápidas las horas, la curva final (en esa carrera no hay recta final) se ve cada vez más cerca y entro al mirador con mi mejor cara y deseando que la carrera no terminara. Llego a la meta y paro mi reloj 30 minutos después que el primer lugar. No importa, yo me siento como que estoy en el mejor momento de mi carrera deportiva. No hay nada que pueda detenerme en ese momento. Doy un vistazo desde el mirador y bajo unos metros para encontrarme con mi familia y esperar a que pase mi papá, porque me imagino que necesitará apoyo en los últimos metros.
Termina mi expedición a la Sierra de los Cuchumatanes. No sé cuándo vuelva, lo que espero es volver. La altura, la gente, el frío, la fatiga, todo se conjuga para darte una sensación especial cuando terminas. Completar esa carrera es tocar el cielo por unos minutos aunque sea. Por el momento, vuelvo a mis vendas.

sábado, marzo 11, 2006

Menos mal!

Que importante es estar cerca de alguien que te pueda asesorar. Mi lesión de la que hablé anteriormente había tenido una ligera evolución, pero en el entreno de hoy la sufrí. Cada vez que hacía un cruce a la derecha los músculos de la parte baja de la pantorrilla me decían que parara. Incluso desde el principio del entrenamiento, en la fase de entrada en calor, me estaban molestando pero decidí ignorarlos. Cuando ya llevaba 47 minutos de trabajo fuerte (más los 30 del calentamiento), decidí parar. El dolor había vencido al deseo de seguir corriendo y decidí caminar y terminar la octava vuelta del circuito (tenía planeado hacer 13) con un trote lento.
Cuando terminé, hablé con el entrenador acerca de lo que sentía. Me dijo que no era algo para preocuparme y me recomendó ponerme hielo en las partes con dolor. También me dijo que descansara de aquí al miércoles y en todo caso si corría, que lo hiciera dentro de una piscina. Menos mal!!! Ya me veía yo con una inactividad de tres semanas... O en otro caso menos malo, tal vez mañana mismo estaría trabajando esos músculos y tal vez ahí sí induciendo una lesión. Ojalá me recupere pronto y pueda estar de nuevo en el camino.